¿Cómo sería un país sin comercio internacional?

un país sin comercio internacional

El comercio internacional engloba la compra y la venta de productos y servicios entre distintos países y mercados.

Actualmente ya no podemos hablar solamente de relaciones comerciales porque las nuevas tecnologías han globalizado todo cuanto podemos ver.

Además, las relaciones culturales y políticas han alcanzado niveles mundiales.

La actividad actual del comercio internacional tiene un papel muy importante en la riqueza y en el Producto Interior Bruto (PIB) de todos los países; existe una estrecha relación entre el crecimiento económico de un país y el comercio internacional, también llamado comercio exterior.

Este debe darse en condiciones justas y equitativas para las diferentes partes que participen en el proceso comercial, siempre buscando el beneficio mutuo. Por ello, deben realizarse constantemente ajustes internos para adaptarse a los planteamientos que nos suscita el nuevo mercado internacional.

La mayoría de los países valoran la importancia del comercio internacional como una forma de hacer proliferar su economía y agrandarla cada vez más, aunque también es cierto que todavía existen países que restringen la libre circulación de productos o servicios por diversas circunstancias.

En cierta medida, esto afecta negativamente a su economía y a la competitividad entre las empresas. ¿Pero qué desventajas tiene para un país no disponer de actividad en el sector del comercio internacional?

  • El flujo de dinero que se reparte entre países suele fortalecer sus vínculos diplomáticos. Si un país no se encuentra dentro de los procesos que engloban el comercio internacional le será más difícil fortalecer las relaciones bilaterales y generar acuerdos comerciales mucho más sólidos. También se pierde la oportunidad de generar un mayor intercambio cultural y lazos de amistad con los demás países.
  • Es imposible tener acceso a los bienes y servicios que venden otros países, los cuales pueden ofrecer una serie de beneficios, tales como nuevos conocimientos, elementos de modernización o cultura.
  • Los ingresos del país disminuyen considerablemente a causa de la inacción en términos de exportación de productos internos.
  • Un país que no forma parte de la actividad comercial internacional tiene más dificultades para dar a conocer los bienes y servicios que produce y que puede ofrecer al resto del mundo; se desvanece cualquier referencia del país, ya sea positiva o negativa, hacia aquellos productos que podría vender.
  • Los consumidores tienen más dificultades (o directamente, no pueden) acceder a productos de otros mercados. 
  • Naturalmente, la economía se resiente al no contar con ningún tipo de inversión extranjera y con el factor de no tener acceso a créditos internacionales que ayuden a promover el crecimiento del país.
  • La sobreoferta con la que hay que lanzar los productos y servicios provoca que el valor de estos disminuya considerablemente.
  • El nivel de vida de las personas que viven en un país donde la actividad comercial internacional es inexistente, se enflaquece. La posibilidad de desarrollar nuevos empleos por medio de la globalización desaparece, al igual que también se esfuma cualquier vestigio de progreso.
  • En suma, el hecho de quedar aislado de toda actividad relacionada con el comercio internacional deja de lado beneficios y oportunidades que pueden hacer crecer el patrimonio de un país, como adquirir y vender productos de mejor calidad y a mejores precios.

¿Cómo sería un país sin comercio internacional?

Desde el inicio de la actividad comercial los humanos se han interesado por los intercambios.

Al principio se producían entre personas de un mismo poblado, que intercambiaban bienes según lo que elaboraban y lo que les interesaba. Pero conforme las sociedades fueron evolucionando, el comercio empezó a expandirse paralelamente a niveles mucho más amplios. 

El intercambio de productos a escala internacional empezó a erigirse como un elemento importante a partir del siglo XVI con la creación de los imperios coloniales europeos. Por aquel entonces, un territorio era considerado rico o pobre en función de la cantidad de oro, plata y otros metales que tuviera en su poder.

Los beneficios que obtenían en aquellos tiempos no tienen nada que ver con el rendimiento económico que se genera con las actividades comerciales actuales. pero dicho de otra manera, las actividades comerciales nos han acompañado desde siempre y forman parte de nuestra sociedad. Pero, si tuviéramos que imaginar un país sin actividad comercial a escala internacional, ¿cómo sería este?

En primer lugar, debería ser autosuficiente. Esto nos lleva a la autarquía, también llamada economía autosuficiente, que es un término que indica la condición de las personas o países que luchan por su autoabastecimiento o que rechazan cualquier ayuda que pueda venir del exterior.

Hoy en día es difícil encontrar países que se encuentren en esta tesitura. El único país con una economía autárquica es Corea del Norte, aunque mantiene ciertos contactos comerciales con China y Japón.

En segundo lugar, es imprescindible que el país cuente con los suficientes recursos naturales: un territorio que sea capaz de ofrecer múltiples recursos es el equivalente a un territorio que puede autoabastecerse.

Otra de las características importantes que debe tener un país exento de comercio internacional es la presencia de fuentes de energía renovables.

La isla de El Hierro (Canarias), por ejemplo, cuenta con una central hidroeólica con la que se consigue transformar una fuente de energía intermitente en un suministro controlado y constante de electricidad. Esta isla también cuenta con una planta hidroeléctrica y una desaladora, en la que se convierte el agua proveniente del mar en agua potable para ciertos usos industriales.

Como hemos mencionado anteriormente, restringir la libre circulación de productos o servicios entre países puede acarrear consecuencias negativas en caso de que el país no disponga de los recursos suficientes. Al margen de los que ya hemos explicado,  también se añaden aerogeneradores que puedan cubrir la demanda de electricidad de los habitantes, centrales de biomasa o parques de energía solar.

Por último, cabe destacar que, en caso de que un territorio no disponga de suficiente petróleo y deba comprarlo a otros países, se pueden adoptar diversas medidas para no depender de terceros. En este caso, nos referimos a empresas que fabrican coches, trenes, autobuses, eléctricos, etc.

Lo anterior evidencia que el mercado del comercio internacional está en pleno auge y como lo sabemos en EducaFP (Centro Oficial en modalidad online de Prat Educació), creemos en la innovación y en la aplicación de un sistema de formación y aprendizaje basado en casos prácticos, que te permitirá formarte y estar en continua actualización, para que logres una experiencia de estudio práctica y válida para tu día a día como futuro profesional en el sector, porque con el CFGS Online de Comercio Internacional serás capaz de organizar y ejecutar las operaciones de importación-exportación y compra-venta de mercancías en mercados Internacionales, y de gestionar procesos de logística y almacenaje, comercio digital, investigación de mercados y marketing internacional.

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