A lo largo de la historia han surgido brillantes y numerosas innovaciones que han conseguido profesionalizar el sector turístico dentro de la economía. Ahora, el turismo está consolidado como uno de los pilares socioeconómicos más importantes.
El término turismo hace referencia a todas aquellas actividades que las personas hacen cuando están de viaje, ya sea con fines de negocios, ocio o cualquier otra actividad que se realice en un entorno diferente al lugar de origen.
Tipos de turismo
En función del origen y el destino, el turismo puede clasificarse en:
- Turismo Internacional: el destino y el origen no representan el mismo territorio (Londres y Buenos Aires)
- Turismo Nacional: el origen y el destino se encuentran en el mismo territorio nacional (Barcelona y Madrid)
El turismo tal y como lo conocemos actualmente nació en el siglo XIX de la mano de la Revolución Industrial. Esta época fue prolífica en términos de crecimiento exponencial de viajes y desplazamientos entre territorios. Cabe destacar que estos se producían con fines específicos, tales como comercio, conquistas y guerras, ocio…
Lo que es evidente es que el turismo no ha dejado de crecer y se ha ido desarrollando a través de las infraestructuras y los transportes del momento.
El turismo en la Edad Antigua (3.000 a.C. – 476 d.C.)
El imperio romano fue capaz de diseñar y construir calzadas para promover el transporte. Durante siglos, desarrollaron una vasta red de vías y carreteras terrestres que conectaban los 4 rincones del imperio: desde el muro de Adriano hasta Otranto; desde el corazón de Lisboa hasta Constantinopla; desde las costas Atlánticas del norte de África hasta Palestina.
Las denominadas calzadas romanas, de las que todavía se mantienen grandes restos, están consideradas las primeras carreteras de la historia. Los romanos viajaban de un territorio a otro gracias a estas vías, que cuidaban y mantenían de la misma manera que lo hacían con sus transportes.
Cabe destacar que la ingeniería romana tenía un propósito logístico, político y comunicativo, entre otros objetivos. Por allí, transitaban emperadores con fines políticos, comerciantes que necesitaban acceder a ciudades portuarias o extranjeros que deseaban instalarse en el territorio de Roma.
En su punto más álgido, las calzadas romanas llegaron a prolongarse hasta la nada desdeñable cifra de 120.00 kilómetros, conectando a 3 continentes al mismo tiempo.
Los viajes y los desplazamientos que se producían entre las distintas regiones de la Grecia Clásica también ayudaron a conformar la imagen que para nosotros representa el turismo actual. Los juegos olímpicos celebrados en la ciudad de Olimpia, donde cada 4 años se reunían los mejores atletas de cada estado y reino de la antigua Grecia, atraía a miles de personas, las cuales debían desplazarse hasta el estadio para poder contemplar el espectáculo.
Así como a los romanos se les recuerda principalmente por su vasta red de vías terrestres, cabe destacar que los griegos impulsaron toda una infraestructura marítima para fomentar el transporte y las migraciones entre distintas regiones.
El turismo en la Edad Media (476 d.C. – s. XV)
En la Edad Media tuvieron lugar múltiples enfrentamientos bélicos que desincentivaron en gran medida las actividades turísticas. Con la caída del Imperio Romano en el año 476 también dejaron de sucederse las travesías que con tanta frecuencia se habían realizado durante la Edad Antigua.
¿Qué factores provocaron un quebranto en el número de migraciones durante esta época?
- Las relaciones de servidumbre entre los ciudadanos que no podían abandonar las tierras del señor feudal.
- La descentralización de los feudos
No obstante, existen imperios que sí ejercieron el turismo entre sus territorios durante la Edad Media. Los ciudadanos del imperio Islam, que poseían un amplio territorio que había sido conquistado, realizaban movimientos transfronterizos y constituyeron rutas turísticas que fomentaban las andanzas y el transporte. Un ejemplo de ello lo podemos encontrar en la peregrinación de los islámicos a La Meca.
Además, la extensión del cristianismo en las grandes ciudades motivó en gran parte el turismo religioso.
El turismo en la Edad Moderna (s. XV – s. XVIII)
Los registros de las actividades turísticas durante la Edad Moderna aumentan considerablemente por 3 factores principales:
- Aparecen los Estados
- Empieza a desaparecer el sistema feudal
- Aparecen posadas y hoteles
Esta última peripecia ayudó a que el término “turista” tuviera las connotaciones que tiene ahora, puesto que los viajeros podían descansar en estos lugares de pernoctación, distintos a su lugar de origen.
Además, es importante destacar que el turismo de ocio tuvo un auge considerable. Esto fue así porque hasta el inicio del periodo de entreguerras en la Edad Contemporánea, existió un nivel de estabilidad institucional óptimo para que los ciudadanos tuvieran la posibilidad de viajar con total seguridad a cualquier territorio.
En este momento aparecieron tendencias como la del “Gran Tour”, obra de los británicos consistente en una serie de rutas que los jóvenes aristócratas realizaban por el continente europeo o lugares como las termas, que ganaron una fuerte popularidad entre los habitantes de la Edad Moderna.
El turismo en la Edad Contemporánea (s.XVIII – Actualidad)
La expansión del turismo durante los últimos decenios ha situado al sector en uno de los más importantes de la economía mundial. Los avances tecnológicos, industriales y de infraestructuras han colocado el turismo en una posición de prestigio, pero, ¿qué factores han sido clave para este impulso definitivo?
- Expansión económica
- Fuerte incremento de las rentas
- Consolidación de los territorios coloniales como potencias económicas mundiales
- Desarrollo de los transportes (entre los más importantes, la máquina de vapor)
- Aparición de las agencias de viaje
En suma, la paz establecida entre la mayoría de los territorios y la estabilidad que ha reinado en gran parte de ellos también ha sido fundamental para que el sector del turismo sea uno de los más poderosos a nivel mundial.
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