Las redes sociales han evolucionado en gran medida en los últimos años.
Han pasado de ser simples sitios para conectar y socializar a convertirse en uno de los canales de comunicación más importantes para relacionar a las empresas con sus clientes, y de igual forma, incrementar sus audiencias, vender, expandir su mercado, evaluar sus productos y servicios y buscar nuevos clientes.
Es importante comprender que una red social es una estructura conformada por personas u organizaciones que se conectan debido a sus relaciones, ya sean de amistad o de intereses comunes.
Mucha gente sostiene que las redes sociales son un elemento aditivo que mantiene enganchada a toda la sociedad y que nos aleja de nuestras rutinas más cotidianas, pero también es cierto que estas herramientas nos han abierto un sinfín de posibilidades, tanto a nivel personal como profesional.
Internet ha permitido crear espacios en la web donde las personas y las empresas se relacionan e intercambian contenidos convirtiéndose en una manera de generar resultados y construir conocimientos a través del mundo digital. Sin lugar a dudas, han cambiado por completo nuestra vida y la forma de relacionarnos.
Hace algunos años reinaba la publicidad por medios tradicionales, y solamente las empresas que tenían el capital suficiente para invertir en anuncios de televisión, radio o prensa eran las que tenían la posibilidad de posicionarse con firmeza en la mente de los consumidores.
Con la llegada de Internet todo cambió, los sitios en páginas web, como en las redes sociales y la publicidad digital, han facilitado que las empresas, sin importar su tamaño, puedan llevar sus productos a audiencias mucho más amplias, a gran velocidad y con costes más asequibles para las empresas.
Ventajas de las redes sociales para una empresa
Ahora que ya sabes para qué sirven las redes sociales, podemos enumerar las ventajas que estas aportan a una empresa, marca u organización:
1. Mayor visibilidad
Si queremos que nuestra empresa tenga una gran notoriedad y sea visible para todo el mundo es imprescindible el buen uso de las redes sociales. En este sentido, no solo nos referimos al contenido que podemos compartir, sino que también podemos conseguir vincularnos con profesionales del sector y conseguir nuevos contactos y oportunidades.
Además, si somos clientes de una marca o ya formamos parte de ella, el contenido de la misma también se puede compartir en redes sociales específicas para que otros consumidores/usuarios vean qué es lo que se ha publicado. Este proceso puede despertar un cierto interés por la empresa en cuestión generando nuevas visitas y ampliando el grado de visibilidad.
2. Seleccionar un target concreto
El primer paso para crear el contenido que publicaremos en las redes sociales es conocer a quién nos estamos dirigiendo, es decir, a qué clase de personas queremos generar un mayor impacto.
Gracias a plataformas como Instagram, Google Business, Facebook, Twitter, entre las más populares, podemos adaptar dicho contenido en función del target al que nos queremos dirigir. Cabe destacar que el público que hay en Twitter no es el mismo que el de Facebook, o el de Instragram, por lo que es importante adecuar los mensajes a cada red social.
De esta manera, será más fácil captar la atención del público, tanto clientes habituales como potenciales, y generar una gran notoriedad entre los que se encuentran en ese círculo.
3. Comunicación instantánea
Como empresa, queremos que la información llegue a nuestro público objetivo de la manera más rápida y eficaz posible. Con las redes sociales esto es mucho más fácil, ya que, por un lado, son un canal de distribución que cumplen con tal objetivo, y en segundo lugar, hacen que se produzca una interacción real entre los usuarios y la empresa. Del mismo modo que puede haber una interacción provechosa con la empresa, los usuarios también pueden llegar a convertirse en clientes gracias al contenido que proporcionan las redes sociales.
Asimismo, el objetivo de cualquier empresa debe ser intentar establecer un contacto directo para fidelizar a los consumidores. De esta manera, podrá observar qué impacto ha tenido un determinado producto y saber de primera mano qué impacto les ha provocado.
4. Analizar a tu competencia
Con la aparición de las redes sociales, investigar a nuestra competencia se ha vuelto una tarea más sencilla. Al visualizar las empresas que son similares a nosotros, y por lo tanto, son consideradas competencia directa, lo que hacemos es observar qué tipo de contenido publican, en qué redes lo lanzan y cómo interactúan con sus clientes. ¿Por qué? Para superarlas e intentar hacerlo mejor.
En este sentido, hay que usar las redes sociales para diferenciarnos de la competencia, de modo que nuestras publicaciones generen más impacto y tengan mucho más potencial que las de nuestros adversarios.
5. Mejorar la reputación online
Tener una buena percepción de una marca en redes sociales nos puede ayudar a conseguir más ventas y/o clientes, y esto es así porque las redes se han convertido en uno de los principales lugares de consulta y generadores de confianza por parte de los usuarios.
Si realizamos una buena estrategia de social media que nos permita hacer una buena gestión nos permitiría poder mejorar la reputación de nuestro negocio. Pero si por el contrario, cometemos demasiados errores en redes sociales y hacemos una mala gestión de las mismas, podríamos llegar a generar un caso de reputación negativa de nuestra marca.
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